Diario sobre escritura
Hoy estoy en blanco…
Lo admito, no sé por dónde coger el teclado para que se ponga a funcionar. Normalmente va con soltura, tenemos un trato, yo tecleo y él pone en pantalla maravillas literarias, pero hoy no hay manera.
¿A quién pretendo engañar? Bastante me cuesta, a menudo, sacar ideas para escribir, como para dármelas de genio. Y es que la idea es la parte más difícil del arte literario. El resto se trabaja, se pule o se suda a mares de sangre; pero la idea o se tiene o no se tiene.
Así que me preguntarás que pretendo hacer hoy que estoy en blanco. Pues me voy a caminar.
Me preparo a conciencia para mi ruta. Ponerse calzado cómodo es fundamental. Uy, que me olvido las llaves, ¿y luego cómo vuelvo a entrar? Ah, y lo más importante, algo de música.
No hay nada que haga fluir mejor mis pensamientos que poner en marcha las piernas. No es una cuestión automática, toma cierto tiempo. A medida que avanzo, normalmente sin rumbo, se va generando una especie de estado de ánimo. La mayoría de las veces surge impulsado por la música que he escogido (suelo preferir las bandas sonoras, últimamente estoy con Hans Zimmer). Y allí, después de un rato, me pongo a ensoñar sobre historias a medio escribir. A veces aparecen soluciones a mis argumentos, y a veces caminos alternativos a los que he tomado. Me pierdo lo bastante en mi mente como para no prestar atención al camino. Cuidado, un coche, ¿será subnormal? Vaya, parece que me he saltado un semáforo rojo. Vamos, Luis, no es buena idea dejarse atropellar. Presta atención, pero no dejes de divagar. Divagar es importante porque es la fuente de las ideas.
Quizás a ti te sea útil mi método, siempre intentando no ser aplastado en la calzada, claro está. Las mejores tramas que he desarrollado las he hecho pasito a pasito (nunca mejor dicho). Es como si en el camino lograsen cerrarse los círculos mucho mejor, y a mí me encantan las tramas redondas. Stephen King es amante de salir al aire libre y parece que le funciona muy bien. Hay muchas otras formas de buscar la inspiración cuando no te encuentra, yo aplico un par de métodos más de cosecha propia (luego uno se da cuenta de que ya existían, pero siempre queda bien adueñarse la autoría), ya te los explicaré en próximas ocasiones.
Me paro en seco, alzo la vista y me doy cuenta de que no tengo idea de hasta donde he llegado. Vaya por dios, tardaré un montón en volver a casa. En fin, pongámonos en marcha. Yo ya he hablado bastante. Mientras regresamos, ¿por qué no me cuentas tú de dónde sacas tus ideas? No te preocupes si es muy largo, tenemos tiempo para hablar.
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Universos en blanco 
jajajaj me encanta tu fuente de inspiración, yo la uso para aclarar ideas. Yo a veces estoy dándole vueltas a un tema y no me salen las palabras, no se como explicarlo y es darme una ducha y zas! sale esa frase que es como el disparo de salida… que cosas tiene la mente, verdad??
Un saludo!
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No hay duda de ello. A veces lavarse la cabeza es fundamental, unos lo hacen por higiene otros por inspiración. Si se puede oler bien y escribir un buen relato al mismo tiempo habrá que probarlo… emmmm. No me refiero a la ducha en sí, suelo ducharme a menudo. Bueno, ya me entiendes.
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Me ha gustado tu entrada, espontánea y muy divertida, te imagino dando grandes paseos.
Es un ejercicio sencillo que a mí también me ayuda a pensar, a veces sobre el momento que vivo y otras sobre el que me gustaría vivir y de ahí salen mis historias.
He de reconocer que mi inspiración juega conmigo al escondite. Normalmente,me siento delante del ordenador con ganas de escribir y no sale nada a derechas. Sin embargo, cuando menos lo espero, cuando estoy haciendo tareas cotidianas, mi mente se evade saltando de un pensamiento a otro hasta que da con una frase. La frase detrás de la que llega la historia; el disparo de salida, como se ha dicho. La última vez fue lavándome los dientes, de donde salió «Simplemente Ella» 😀
Seguiré leyéndote, un saludo.
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Hola, Silvyt.
A mí también me pasa. Cuando más lo intentas, menos te sale. Luego, como quién no quiere la cosa, se te ocurre la mejor idea. Lo malo es que te pille fuera de base, porque cuando tienes el momento adecuado la inspiración se puede haber ido. Ya sabes, la vida es un drama. Ummm creo que alguna idea estoy gestando.
Muchas gracias por tu comentario, y también por tu relato «Simplemente Ella». A mí me encantó.
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sí, yo también uso ese método. como dice Ssilvyt más que para «idear» a mi me sirve para «aclarar». y suelo hacerlo en grupo, tengo dos amigos de esos de toda la vida con los que suelo quedar para dar una vuelta. echarnos un café en cualquier sitio y hablar, hablar, hablar, frikear, hablar, hablar, arreglar el mundo teóricamente, hablar y hablar.
cuando voy sólo, como tú, suelo llevar música. pero yo lo convierto en deporte de riesgo, porque la llevo bastante alta. me gusta la sensación de mirar sin oír el entorno, dejando que la música se adueñe de todo. tiene algo de extraño que me motiva. por supuesto esto hay que hacerlo en zonas peatonales, sentadito en un banco o con mucho cuidado, porque las posibilidades de acabar con un monísimo tatuaje de «Firestone» en la espalda aumentan bastante.
en cuanto a las ideas y cuándo escribir… yo procuro escribir todos los día, sin preocuparme especialmente por lo que salga. una hora al menos. lo que sea; una idea estrafalaria, un propuesta de algún libro (tengo varios con ejercicios y algunas apps también), un ejercicio de Literautas, alguna idea que lleva rondándome todo el día… como decía Bradbury, no sabemos cuando puede llegar la Musa, pero si podemos asegurarnos de que cuando lo haga nos coja trabajando… también es verdad que esto hace que tenga una carpeta, llamada «Vertedero», en el escritorio del ordenador llena de archivos de texto que nunca contemplaran ojos humanos xD
si estoy metido en escribir alguna historia nunca me planto delante de la pantalla sin tener alguna idea de lo que voy a hacer, suelo «empezar a escribir» antes de llegar a sentarme, dándole vueltas y planeado mientras curro o estoy haciendo la comida.
un saludo amigo, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
pd. una cosilla «off topic»… ¿por qué en tu sección de Relatos no encuentro cuentos que has linkeado en twitts o en otros artículos? allí sólo veo un relato en cuatro partes y «El prisionero» y el correspondiente a la última Escena de Literautas … ¿qué estoy haciendo mal?
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Hola, Sergio.
Hablando de tu vertedero, la semana que viene tengo pensada una entrada que viene al caso. Hay que intentar escribir cada día. A mí es algo que me cuesta un motón. No soy precisamente una persona ocupadísima, pero siempre he tenido la teoría de que mi día tiene menos horas que el de los demás.
Ah, te cuento. No es que hagas nada mal. Es que este tema de blog es muy bonito, pero un poco especial. Cuando entras a ese menú en particular, verás a los laterales unas flechas un poco ocultas que te llevan al próximo conjunto de entradas. Voy a tener que hacer algo con el fondo para que resalten más. Muchas gracias por el aviso.
Nos leemos.
P.D. Me ha gustado lo que has hecho con la imagen de tu blog. Antes no se leía el título, pero ahora está estupendo.
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Hola Luis, la verdad es que es un gozada leer como otros autores pasan por los mismos «infiernos» que uno. En mi caso coincido bastante contigo. También me gusta escuchar bandas sonoras cuando la historia va tomando forma. Yo aprovecho los trayectos en metro y divago. Y cuando doy con una posible historia pienso en los «¿Y si?». Cuando más o menos creo que hay algo que se sacar cojo una libreta y empiezo a hacer esquemas, flechas, diálogos,… No empiezo a escribir hasta que tengo la historia en mi cabeza, como una película.
Un abrazo
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Hola, David.
Yo también hago lo mismo. Me voy montando todo en mi mente hasta tener una imagen clara de lo que quiero. Al principio ni siquiera tomo muchas notas. Me cuesta ponerme a escribir sin saber a dónde me dirijo. Creo que eso, al menos en mi caso, es un problema, ya que me cuesta mucho escribir por el simple hecho de hacerlo. Oye, pero estoy trabajando en ello. Hasta poder escribir sin necesidad de tener una buena idea.
Un saludo y gracias por el comentario.
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A mí la música que no me falte, con ella la inspiración llega hasta cuando estás fregando. Yo la mitad del tiempo estoy en mi mundo, como suele decirse, así que me va bien hacer cualquier cosa para que surjan ideas. Al final, me sobran las ideas y me faltan las palabras.
Mi lugar más inspirador es el coche, nada como esos viajes largos para que te acompañen las musas. 😉
Un saludo.
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Todo sitio y momento es bueno. Pero no te abstraigas mucho en el coche, podrías llevarte por delante a un potencial lector. O pero aun, a mí, mientras estoy dando uno de mis paseos divagativos.
Un gran saludo, Patricia y gracias por tu comentario.
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A mí me funciona el viejo método de la borrachera. Bebo y bebo, cuando no hay más alcohol hago caminata (al deposito) por más cerveza y bebo y bebo. Eso es para la literatura.
Una vez, haciendo mi tesis de filosofía, le pregunté a una profesora cómo podía hacer para inspirarme, y me dijo, «Getzemaní, te diré simplemente: camina, respira y toma agua». Lo hice y logré titularme. Pero eso me funciona sólo con la filosofía; la literatura a mí me sale a base de éter.
Saludos.
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Oye, dicen que de borracho, poeta y loco todos tenemos un poco, o algo así era.
Aunque yo no bebo, bastante loco estoy en pleno uso de mis facultades mentales como para empeorar la cosa.
Gracias por tu comentario. Un saludo.
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