Diario de escritor 13

Mientras corres, mientras duermes, en la cola del super, en el banco, en la compañía eléctrica.  Ahora mismo estoy en la compañía eléctrica. ¿Quién es el último?  Vale, con siete personas por delante tengo un buen rato de espera. Escribiré un poco.

Antes hablaba de escribir todo el tiempo como un decir. Básicamente se trataba de un estado mental que cualquier escritor debe adoptar.  Estando en cualquier situación,  a todas horas, en cualquier lugar, se debe adoptar un estado casi obsesivo de búsqueda y desarrollo de ideas. Te recomiendo iniciar esta misma obsesión (sin pasarte,  claro).

Ves a una persona junto a ti y comienzas a describir mentalmente su manera de vestir, sus rasgos,  su olor. El hombre de mi lado tiene un aroma particular. Un olor de esos que casi puedes ver ondeando hasta llegar a tu nariz. El perfume inconfundible de un hígado aderezado con alguna copita de más. Podría simplemente haber dicho que el señor apesta a alcohol, pero no sería tan literario ni divertido.

Escribir todo el tiempo implica pensar en todo instante de esta forma. Casi hasta el cansancio. Ver una película y desgranar el argumento convirtiéndolo en palabras. 

Oh, ahora continúo.  Es mi turno en la cola…

 Como decía, esto es lo que yo hacía hasta hace no mucho. Ahora mismo la frase «escribir todo el tiempo» adopta un cariz mucho más literal. Ya no es necesario invertir el tiempo y las ganas que hacen falta para encender el ordenador. Por muy portátil que este sea, hace falta abrir el procesador de texto, buscar el archivo y demás.  Por suerte, hoy llevamos todos en el bolsillo unos ordenadores en miniatura hiperfuturistas, con pantallas táctiles,  capaces de hacer todo lo que hacía nuestra antigua pc. Y es que ya vivimos todos en el futuro. Lejos queda ya la máquina de escribir.

¿Tengo una idea? La apunto en el blog de notas. ¿Me siento medianamente inspirado? Para eso tengo la aplicación google drive.  Si lo necesito puedo documentarme sobre cualquier tema o duda en el buscador e introducirlo en mi novela. Puedo escribir casi en cualquier momento.

De hecho desde que salí de la compañía eléctrica han pasado 4 horas. Lo siento, cerré el móvil y no me he vuelto a acordar hasta que he llegado a casa. Pero tú no te has dado cuenta por los milagros de la elipsis literaria. 

Tengo ya unas cuantas semanas probando esto de escribir desde el móvil y escribo más que nunca. Quizás porque la excusa de que me falta tiempo queda un poco anticuada. Nada sustituirá el placer de sentarse sin distracciones a escribir una novela sobre un teclado firme,  pero eso también lo hago en la misma proporción que le dedicaba antes.

¿Te apuntas tú también a escribir todo el tiempo? Ya lo hagas solo con la mente o con tu minipantalla futurista, te ayudará a llenar páginas y páginas con tus nuevas ideas. 

…Por cierto. En la oficina no pudieron resolver mi problema. Tendré que volver mañana. Un rato más para escribir.

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