Hoy no vengo a dar ningún consejo. No tengo reflexiones existenciales sobre el futuro de un escritor y tampoco he escrito ningún relato nuevo. Vamos, que no he escrito una sola palabra que no sean las lineas que ahora te dejo.
No por ello significa que haya sido un día poco productivo, que tampoco sé si lo ha sido; pero he hecho algo que al menos a mí me deja muy contento.
¿Nunca has querido escribir una nota y tirarla al mar encerrada en una botella? ¿O te habrás imaginado encontrando una y desvelando el secreto que contiene? Pues yo lo he hecho hoy. He lanzado al mar una botella con un mensaje dentro.