Necesito que me acompañes. Sí, te hablo a ti que lees estas líneas. Estamos tú y yo solos. Y aunque no te creas que yo, el narrador, esté hablando contigo, es precisamente lo que hago. Ahora que nos entendemos, ven, te guiaré por un viaje de pesadilla. Si te atreves, atraviesa las letras y todo lo que veamos se hará realidad. Sigue leyendo
suspense

Suave como el tercipelo
Relato corto
Esta semana un artículo más y otro relato. Lo escribí después de escuchar la canción que por él se ha colado. Me apetecía explorar con un narrador un poco diferente de lo habitual. No será la primera vez que se hace, ni tampoco la última; pero ¿acaso a estas alturas del invento queda algo sin hacer?
Espero que disfrutes la historia. Nos vemos el fin de semana con otro artículo sobre escritura en Mi universo.
Ese día observé por vez primera la libertad en vida; como jamás lo había hecho, en las tiernas alas de un pájaro, en el suave mecer de sus plumas al viento. Pues yo ya estaba muerto, y lo estaba por la prisión que habían supuesto los grilletes de un beso de sus labios. Sigue leyendo

El prisionero.
Relato corto
Muy buenas. Hoy estoy de buen humor, así que he decidido torturar al personal con uno de mis aburridos relatos. Espero que lo disfrutéis.
¿Por qué habría de sucumbir a la misericordia? ¿Acaso su guardián lo hizo alguna vez? Siete años habían pasado, siete años sufriendo, siete años roto entre piedra y barrotes. Pero no más. No valdría la pena contar la historia de un hombre que se rindió. Ni siquiera a él mismo le importaría recordarla. Sigue leyendo
Luz Verde
Un ayudante de nivel inferior mantuvo la puerta abierta para que pasara Elisa. Nunca había entrado en aquel despacho. Era espacioso, con una mesa alargada de reuniones y ninguna ventana, en las paredes había dos pizarrones de los antiguos. Tenía poco más de un año trabajando como analista de defensa en aquel edificio, y no había visto ningún despacho que careciera de ordenadores o pantallas. Dentro la estaban esperando dos hombre y dos mujeres. Conocía únicamente a uno de los hombres, el resto sólo de vistas. Tras de ella, entró en el cuarto su supervisor, Alan Blair.
—Retírese y cierre la puerta. —dijo Alan dirigiéndose al ayudante que les había abierto—. Bueno, todos me conocen y entre ustedes también. La única incorporación es Elisa Miller —presentó al grupo—. El resto son, Anna Torv, James Epstein, Poul Flaherty y Claire Connor, ella viene sólo para observar. En cuanto a los puestos, basta con saber que tienen autorización para lo que vamos a hacer hoy aquí.
Alan repartió a cada uno carpetas amarillas llenas de documentos. Elisa cogió la suya, en la cubierta había una pegatina que decía “INFORME: BLACK KARMA 012D” Sigue leyendo